jueves, 17 de junio de 2021

Junior Jein o El Cabaio o El Caballero del Pacífico

El asesinato de Harold Angulo Vencé, conocido como Junior Jein o El Cabaio o El Caballero del Pacífico es lamentable, no solo porque fue acribillado con fusil en una discoteca, y eso ya es bastante aberrante. Sino también por todo lo que Junior Jein representaba para miles de jóvenes negros como él. Junior Jein era la esperanza viva de que se podía salir de la fosa que son los territorios del Pacífico, donde lo más próximo a los jóvenes es el narcotráfico producto del abandono estatal y la corrupción de los políticos de turno que tienen nuestros territorios convertidos en necrópolis, en el Pacífico los niños negros son los que más mueren por enfermedades curables, es decir por falta de condiciones óptimas a causa de la falta de agua potable, de alcantarillado, de hospitales de calidad, de escuelas en buen estado, de vías de acceso, de seguridad, el Pacífico tiene y ha tenido siempre el mayor índice de desempleo, hoy tiene el mayor porcentaje de personas que no saben leer ni escribir, el mayor número de jóvenes que no estudian ni trabajan. Junior Jein le hizo el quite a su destino y él mismo se forjó en artista, cantante, el mismo se promocionaba porque el racismo de los medios de comunicaciones del país nunca van a promocionar a un artista negro callejero, el mismo era su productor, él mismo era su propia disquera, grababa sus canciones con un computador mochoroco que era más demorado que la demora, trabajando de la mano con negros polizones que iban ilegalmente a USA y lo actualizaban con los beats de los ritmos negros que estaban creando esos "niggas" callejeros como él en Nueva York creó un nuevo ritmo musical, se presentaba en cualquier tarima, no importaba que fuera una tarima chichipata donde se hacía vaca para pagarle unos cuantos centavos, él era su propio mánager, su propio jefe de relaciones públicas, cosa que no sabía mucho porque era un plebeyo, un vulgar, mal hablado, escandaloso así como somos los del Pacífico, así como todos los jóvenes a los que el sistema les niega la oportunidad de acceder a garantías mínimas como la educación. Los jóvenes negros que vienen del contexto de Junior Jein lo más certero que tienen es una bala en la sien antes de los 25 y Junior Jein ya casi iba a cumplir 40 años, casi 40 años de hacerle el quite a la necropolítica, al racismo estructural, al abandono estatal, sobreviviendo al golpe y a la crisis que trae la negritud, de andar en resistencia como él decía. El hijo de una madre soltera, criado por una vendedora de pescado en la plaza del puerto más grande de Colombia, pero que sus habitantes solo ven pasar la riqueza por sus tierras sin recibir nada, Junior Jein lo sabía y gritaba fuerte las injusticias de los gobiernos contra su gente, por eso desde chiquito en todos los paros de Tura estaba, así como estuvo en el paro nacional del 2021 alzando su voz contra las injusticias sistemáticas que no acaban. Junior Jein había logrado sobrevivir a los tiroteos constantes que hay en los barrios de baja mar de Tura, al reclutamiento forzado de los grupos armados que se disputan el control de los territorios negros, al racismo en Cali donde debía caminar grandes distancias después de hacer sus conciertos porque los taxis a finales de los 90s no le paraban por negro. A pesar de que había hecho unos cuantos pesos para darse uno que otro lujo como irse de vacaciones a USA siempre estaba en la calle, en los barrios populares, con su gente, como las familias de las víctimas de la masacre de Llano Verde. No mataron a Junior Jein, mataron la representación de la poética afrodescendiente de los excluidos, de los marginados, de los nadie, de los parias. Mataron la voz de un pueblo amordazado. #JuniorJein #RestInPower 🎤🎛🎵🎧🥁🎙🎶